martes, 16 de junio de 2009

Editorial. La TV ataca


“La política es el arte de los incapaces de triunfar en privado”

[José Luis de Villalonga]


Un actor que hace de político, un político que fue deportista, un conductor que empezó como periodista deportivo, un grupo de bellas bailarinas, una tribuna de actores/locutores que ríe y festeja cualquier comentario, gerentes de marketing y contenidos, empresarios, vedettes, representantes de artistas, artistas de moda, fotógrafos del espectáculo, maquilladores, modelos, camarógrafos, iluminadores, vestuaristas, un estudio de televisión, una pantalla, millones de televidentes.

Un mensaje.


¿Circo o instrumento propagandístico?


“Gran Cuñado”, la parodia del “Gran Hermano” que conduce Marcelo Tinelli en Showmatch no es más que una vidriera de nuestra sociedad; un reflejo de lo que el ciudadano argentino es y desea ser. La visita de Francisco de Narváez, Sergio Massa y Daniel Scioli (candidatos en las próximas elecciones legislativas del 28 de junio) a la “casa-del-gran-cuñado”, permite entrever varias lecturas acerca del fenómeno televisivo que tiene en vilo a nuestra sociedad. Ante todo, deja en claro cuán importante es la TV para la imagen pública de los políticos, que se ven obligados a visitar el estudio y someterse a las burlas en vivo para no ser consumidos por el desprestigio que una simple parodia de sus personalidades pueda ocasionarles. En segundo lugar, consolida la mediatización del político, es decir: la creación del político-personaje que se devora al ser humano y lo convierte en un representante del show mediático y propagandístico (a partir de la imagen televisiva, las campañas políticas han desplazado al ciudadano -sujeto activo- por el televidente -sujeto pasivo-). Por último, se han distorsionado las fronteras entre ficción y realidad, a tal punto en que la primera alcanza o supera a la segunda, y viceversa. Ya no se distingue una de la otra y los límites son cada vez más difusos (¿qué significa que Daniel Scioli se ría ante las cámaras de Daniel Scioli?). Lo que sucede a través de la pantalla puede adquirir carácter de real o irreal, según el enfoque o la conveniencia. La realidad, como una construcción de sucesos posibles, le abre paso a una nueva dimensión. La tele-visión todo lo puede, porque nos entrega un mensaje concebido, elaborado y editado a los fines de proyectar un producto, idea o concepto que debe insertase en el inconsciente colectivo. Después de todo, ¿quién se atrevería a decir que la imagen no es nada en la era de la televisión digital?



Imagen perteneciente a Joaquín Salvador Lavado [Quino]



2 comentarios:

  1. la imagen lo es todo en la era digital. Te faltó, eso sí, mencionar al innombrable, que también estuvo en el programa del gomazo gritón.

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  2. no lo mencioné porque me olvidé, pero si me hubiese acordado tampoco lo hubiera nombrado, por supuesto... je.

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