Periodismo Hoy

PERIODISMO EN EL SIGLO XXI | ¿Principio o fin de una Era?


¿Estamos ante la decadencia del periodismo serio, ético e informativo?

El problema no es el periodismo, sino el periodista. El verdadero periodista (aquel prehistórico sujeto dedicado a recolectar, sintetizar y publicar información fidedigna), se ve hoy condicionado ante un aparato político financiero que lo regula todo. El vértigo informativo, lo efímero como estandarte y la valoración de la noticia en relación al prime-time constituyen un modelo económico-periodístico que intenta vender lo superfluo (pronóstico del tiempo, informes sobre la llegada de la primavera, el beso de lengua entre dos modelos) como noticia.


La denuncia como estandarte. ¿Periodista o juez?


Otro de los males que afectan al periodista actual es el rol de juez (moral, civil y penal) que le hacen jugar. El periodista actual ya no investiga para relatar un suceso, sino para denunciarlo. Todo hecho investigado por el periodista es juzgado ante un micrófono o una cámara de TV. El debate está en vías de extinción. No hay espacio para las dudas, todo es certeza y verdad en términos periodísticos. La sociedad ve al periodista como un juez, y este último actúa en consecuencia, cumpliendo un rol que nada tiene que ver con el espíritu original de su profesión.


Tendencia monopolística. Dictadura del periodista

Los monopolios también han contribuido, sobremanera, a la metamorfosis del periodista. Intereses políticos, corporativos y financieros limitaron de a poco sus libertades. El periodista actual sufre las restricciones impuestas por sus editores, los cuales no responden a las premisas del periodismo tradicional, sino a las de un empresario que se debe a una determinada línea o corriente política. Las noticias no son pensadas ni elaboradas en base a las cinco preguntas fundamentales: ¿cómo, cuándo, donde, por qué y para qué? Hoy, ante una publicación, sólo cabe preguntar: ¿A favor o en contra de quién?


Tecnología y medios digitales. ¿La resurrección del periodista?

No todo lo que se publica en los medios masivos constituye la única verdad. También existen, debido al avance de las tecnologías, nuevos canales de comunicación que remiten a los valores del periodismo tradicional. Internet, a través de los blogs y la explosión de las denominadas “redes sociales”, permite la creación de una corriente paralela a la de los medios masivos y monopolísticos. Surge así un nuevo periodismo que se recicla y retorna a lo que alguna vez fue: un oficio.


El futuro del periodismo, en manos del periodista

El periodista actual está corrompido por la privatización del género. Sus valores han mutado al ritmo de un sistema corporativo y capitalista que ha sobornado a la tradición. El regreso a las fuentes, a la interpretación, a la recolección de datos, a la independencia de opinión, al criterio como estandarte, a la ética y la deontología, a la pasión por buscar, encontrar e informar la noticia..., en fin, al retorno de lo que alguna vez fue denominado periodismo creíble y tradicional, sólo está en manos del periodista. Como siempre. Como nunca.