"Lejos, Lontano, Faraway", de Silvina Ganger
¿Qué se esconde detrás de un ideal cooperativista? ¿Qué es lo que buscan dos argentinas en el corazón de África? ¿Se escapan de sí mismas, están en busca del sentido de sus vidas o sólo desean pasar a la inmortalidad? ¿Qué pasa cuando en una relación de dos aparece un tercero? ¿Cómo explicar la atracción personal, la fascinación por el otro? ¿Vale la pena morir para trascender?
Todas estas preguntas hallan su respuesta en “Lejos, Lontano, Faraway”. La ópera prima de Silvina Ganger nos acerca a una aventura inspirada en la literatura de Conrad, pero también en la intención de parodiar al típico cine hollywoodense, aprovechando (con gran efecto) los recursos cinematográficos para ampliar la escena teatral e invitar al espectador a ser parte de un inter-texto constante que lo posicionará como un cómplice de la obra. Este juego es posible, en principio, gracias al género elegido (comedia), y luego gracias a la acertada puesta en escena que llevó a cabo la co-dirección conformada por Claudio Mattos, Virginia Mihura y la mismísima Silvina Ganger.
En tal sentido, tiene gran incidencia en el resultado final la manera en que los directores le dan vida a la idea concebida por la autora, exponenciando las particularidades de los tres personajes que participan en toda la obra y, sobre todo, creando una atmósfera que se adueña del espacio escénico y penetra en el público, el cual va mutando de sensaciones (misterio-tensión-esperanza-incertidumbre-temor) conforme se va desarrollando la trama.
Son muy acertadas las expresiones corporales (gestos, miradas, poses), como así también la enfatización de las palabras y el juego con el lenguaje que se plantea con la abrupta aparición de Lilli Tropper, personaje clave en el desarrollo de la trama. El vestuario, la escenografía y las luces juegan un papel preponderante en el desarrollo de la obra, complementando (como debe ser) la idea conceptual del texto y generando una interacción con la arquitectura del Espacio Polonia, la cual es sabiamente utilizada en afán del resultado final. No se puede soslayar la relevancia que cobra también el recurso sonoro de la voz en off, el cual permite introducir el código documental (que se suma con audacia al cinematográfico y teatral). La música, el maquillaje y la escenografía también ayudan en este sentido.
Con respecto a la idea en sí, Ganger logra desarrollar a través de un proceso de experimentación una idea principal (dos cooperantes sorprendidas por la aparición de una misteriosa mujer a orillas del río Zambese), que luego nos adentra en una cadena de situaciones interpersonales, un choque de vanidades que lleva a una relación de admiración y enamoramiento entre las tres mujeres que comparten la travesía en una casilla de África, pero que en realidad las retrotrae a sus vidas en Argentina, a sus sueños de adolescentes, a los seres amados y extrañados, a sus anhelos de ser “alguien”, de ver realizados sus sueños y trascender a la vida, que es en definitiva lo que muchas veces el hombre quiere (y no logra) alcanzar.
Juega un rol principal el personaje de Lilli Tropper, una mujer al parecer inquebrantable, con aires de diva italiana, misteriosa como la muerte misma, pero tan argentina y humana como sus dos nuevas compañeras cooperativistas. Se genera un clima en principio hostil, luego cómplice y solidario, y finalmente se termina convirtiendo en un trío fraterno-amoroso, en donde se mezclan la admiración con la sensualidad, la rebeldía con la sumisión, la pasión con el encantamiento, siempre todo pendiendo de un hilo de misterio que conduce la historia.
En definitiva “Lejos, Lontano, Faraway”, contrariamente a lo que su título indica, nos lleva a un encuentro íntimo y cercano con las relaciones humanas y la vulnerabilidad de las personalidades. Todo camuflado bajo el manto de la comedia, género que permite desarrollar la idea de manera ágil y concisa.
Silvina Ganger debuta en su rol de dramaturga con una obra entretenida, hábil y tensa. Pero sobre todo, original, lo cual nos demuestra que el caudal artístico de nuestro país es inagotable, y que nunca es bueno encasillar al arte ni a los artistas.
Todas estas preguntas hallan su respuesta en “Lejos, Lontano, Faraway”. La ópera prima de Silvina Ganger nos acerca a una aventura inspirada en la literatura de Conrad, pero también en la intención de parodiar al típico cine hollywoodense, aprovechando (con gran efecto) los recursos cinematográficos para ampliar la escena teatral e invitar al espectador a ser parte de un inter-texto constante que lo posicionará como un cómplice de la obra. Este juego es posible, en principio, gracias al género elegido (comedia), y luego gracias a la acertada puesta en escena que llevó a cabo la co-dirección conformada por Claudio Mattos, Virginia Mihura y la mismísima Silvina Ganger.
En tal sentido, tiene gran incidencia en el resultado final la manera en que los directores le dan vida a la idea concebida por la autora, exponenciando las particularidades de los tres personajes que participan en toda la obra y, sobre todo, creando una atmósfera que se adueña del espacio escénico y penetra en el público, el cual va mutando de sensaciones (misterio-tensión-esperanza-incertidumbre-temor) conforme se va desarrollando la trama.
Son muy acertadas las expresiones corporales (gestos, miradas, poses), como así también la enfatización de las palabras y el juego con el lenguaje que se plantea con la abrupta aparición de Lilli Tropper, personaje clave en el desarrollo de la trama. El vestuario, la escenografía y las luces juegan un papel preponderante en el desarrollo de la obra, complementando (como debe ser) la idea conceptual del texto y generando una interacción con la arquitectura del Espacio Polonia, la cual es sabiamente utilizada en afán del resultado final. No se puede soslayar la relevancia que cobra también el recurso sonoro de la voz en off, el cual permite introducir el código documental (que se suma con audacia al cinematográfico y teatral). La música, el maquillaje y la escenografía también ayudan en este sentido.
Con respecto a la idea en sí, Ganger logra desarrollar a través de un proceso de experimentación una idea principal (dos cooperantes sorprendidas por la aparición de una misteriosa mujer a orillas del río Zambese), que luego nos adentra en una cadena de situaciones interpersonales, un choque de vanidades que lleva a una relación de admiración y enamoramiento entre las tres mujeres que comparten la travesía en una casilla de África, pero que en realidad las retrotrae a sus vidas en Argentina, a sus sueños de adolescentes, a los seres amados y extrañados, a sus anhelos de ser “alguien”, de ver realizados sus sueños y trascender a la vida, que es en definitiva lo que muchas veces el hombre quiere (y no logra) alcanzar.
Juega un rol principal el personaje de Lilli Tropper, una mujer al parecer inquebrantable, con aires de diva italiana, misteriosa como la muerte misma, pero tan argentina y humana como sus dos nuevas compañeras cooperativistas. Se genera un clima en principio hostil, luego cómplice y solidario, y finalmente se termina convirtiendo en un trío fraterno-amoroso, en donde se mezclan la admiración con la sensualidad, la rebeldía con la sumisión, la pasión con el encantamiento, siempre todo pendiendo de un hilo de misterio que conduce la historia.
En definitiva “Lejos, Lontano, Faraway”, contrariamente a lo que su título indica, nos lleva a un encuentro íntimo y cercano con las relaciones humanas y la vulnerabilidad de las personalidades. Todo camuflado bajo el manto de la comedia, género que permite desarrollar la idea de manera ágil y concisa.
Silvina Ganger debuta en su rol de dramaturga con una obra entretenida, hábil y tensa. Pero sobre todo, original, lo cual nos demuestra que el caudal artístico de nuestro país es inagotable, y que nunca es bueno encasillar al arte ni a los artistas.
Por Iván Salomonoff
"Lejos, Lontano, Faraway"
FICHA ARTÍSTICO TÉCNICA
Actúan: Laura Fontenla, Clarisa Hernández, Silvina Ganger
Espacio Escénico: Sol Soto
Iluminación: Ricardo Sica
Colaboración en Vestuario: Paula Bianchini
Post Producción de Sonido: Andrés Becker
Operación Técnica: Diego Becker
Voz en off: Ricardo Alanis
Diseño Grafico: Victoria Basualdo
Colaboración Dramatúrgica: Virginia Mihura
Producción General: Espacio Polonia, Lontano Teatro
Prensa: Simkin & Franco
Dramaturgia: Silvina Ganger
Dirección: Virginia Mihura, Silvina Ganger, Claudio Mattos
Duración aproximada: 60 minutos
Actúan: Laura Fontenla, Clarisa Hernández, Silvina Ganger
Espacio Escénico: Sol Soto
Iluminación: Ricardo Sica
Colaboración en Vestuario: Paula Bianchini
Post Producción de Sonido: Andrés Becker
Operación Técnica: Diego Becker
Voz en off: Ricardo Alanis
Diseño Grafico: Victoria Basualdo
Colaboración Dramatúrgica: Virginia Mihura
Producción General: Espacio Polonia, Lontano Teatro
Prensa: Simkin & Franco
Dramaturgia: Silvina Ganger
Dirección: Virginia Mihura, Silvina Ganger, Claudio Mattos
Duración aproximada: 60 minutos
Todos los jueves a las 21 HS en Espacio Teatral Polonia: Fitz Roy 1477 - Timbre P