BIG BROTHER | Un gran remedio, para un gran mal

Renacer

Los participantes entran a una casa (léase estudio de TV) sabiendo que sus vidas cambiarán para siempre. Es como el renacer de su existencia, la cual pasará del anonimato a la exposición mediática en un abrir y cerrar de ojos. Ya no serán los mismos. Hay un antes y un después de “la casa”.

Límites

Primero es un juego. Todo lo que hago es visto por TV, por eso simulo, actúo, me creo un personaje. Pero el tiempo pasa y las cámaras desaparecen. Surge la personalidad real, mi verdadero “yo”. Se borran los límites. ¿Cuál es el adentro? ¿Hay un afuera? ¿Soy parte de una ficción o la ficción está detrás de las cámaras?

Voces

Los gritos del “afuera” generan un caos en la conciencia de los “Hermanitos”. Se ponen en juego la moral y las artimañas que utiliza cada participante para lograr su cometido: eliminar a sus adversarios.

Dios

El “Big Brother” lo ve, lo oye y lo sabe todo. Es quien baraja las cartas y decide las reglas del juego. Omnipresente y juez absoluto, será quien disponga qué está bien y qué está mal dentro de la casa, incluso proveerá alimentos, premiará y castigará a su antojo.

Placa

Estar sentenciado es el paso previo al final, la posibilidad de ya “no ser”. Ir a placa es el terror de los terrores. Todo parece desmoronarse cuando uno queda bajo la lupa de los televidentes.

Jueces

La audiencia paga por castigar y eliminar jugadores. Miles de televidentes disfrutan con la idea de ser jueces de algo. Placebo de una vida triste y sometida a las decisiones de otros “Big Brothers” cotidianos.

Sepelio

“Debés abandonar la casa”. La imagen simula un velorio. Los que se quedan despiden al “muerto” entre lágrimas. La tristeza durará unos minutos, hasta que los sobrevivientes comprendan que aún siguen “adentro” y con grandes chances de ganar el premio.

Opio

Hay varios premios: el pozo mayor para el que gana, la fama para los que jugaron, el rating para los canales, las pautas publicitarias para los productores, trabajo para la prensa amarilla, diversión para los televidentes. El opio de los pueblos, fumado en distintas pipas.