martes, 11 de junio de 2013

NUEVA ROMA. ¿TE CURA O TE MATA?



¿El fútbol se llevó otra vida?

No, señores, el fútbol no se llevó nada. No nos confundamos: los arcos no alquilan carnets, las camisetas no transan con los empresarios ni negocian con los violentos, los goles no destrozan butacas, la pelota… la pelota no dispara.

El problema no es el fútbol, sino el circo que lo rodea.

Hace mucho tiempo que en la Argentina cada estadio es un Coliseo Romano. Cada campo de juego es un campo de batalla y en su arena se disputan la vida los gladiadores, que despiertan la furia de los espectadores (Senadores, Dirigentes y Emperadores siempre bien ubicados, junto al campo de juego, y los estratos inferiores de la sociedad bien arriba, en las gradas). En este contexto, las fieras entran rabiosas al campo de batalla dispuestas a dar su vida por el placer y el espectáculo del pueblo.

El espectáculo está en la TV y en todo su aparato mediático, que se alimenta de tragedias para enarbolar su maquiavélico discurso.

El fútbol no se lleva vidas; el negocio que lo rodea, sí. Los estímulos son de salvación o tragedia, de vida o muerte. Descender es igual a morir, a dejar de existir, a esa maldita idea de “ya no ser” o “pertenecer”. En esta lógica de mercado creada durante décadas, no hay espacio para la reflexión, para la conciencia de valores.

Ya no sabemos qué es lo importante. No existe la idea de juego ni de deporte. Todos cantamos: “Vamo´a matar un bostero, una gallina y un botón”. Y los rivales cantan lo mismo, y los policías matan cuando pueden, y los hinchas roban camisetas y corren y matan porque “se la bancan”. Y así, de a poco, nos matamos entre todos. Y matamos al fútbol. Y cínicamente decimos y titulamos, sin siquiera pensar en nuestras responsabilidades, que el fútbol se llevó otra vida.

No, señores, el fútbol no se llevó nada. A lo sumo todos nosotros (hinchas, dirigentes, políticos, ciudadanos, medios de comunicación, policías), hablando en nombre de un deporte que nada tiene de malo, estamos matando al fútbol.

Un héroe del fútbol beatificado por el pueblo dijo una vez, entre lágrimas, que la pelota no se mancha. Es una gran pena tener que afirmar lo contrario: que en esta Nueva Roma que nos toca habitar, la que se mancha, siempre, es la ovalada.

Iván Salomonoff


viernes, 10 de mayo de 2013

HACIA UNA CULTURA VIVA Y COMUNITARIA



El jueves 9 de mayo de 2013 tuvo lugar en la Cámara de Diputados de La Nación una Conferencia de Prensa por la "Jornada Nacional de Movilización por la Cultura Viva Comunitaria", previa a la Caravana que partirá al Primer Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria, a desarrollarse del 17 al 22 de mayo en La Paz, Bolivia. Dicho evento tuvo como disertantes a representantes del colectivo Pueblo Hace Cultura, al dirigente gremial y diputado nacional Victor de Gennaro, al diputado nacional Claudio Lozano, a Eduardo Balán (de el Culebrón Timbal), al psicoanalista Alfredo Moffatt, a Ramona Pucheta (de Comisión de Cultura) y al mismísimo Premio Nobel de la Paz, Adolfo Perez Esquivel. 


La conferencia se desarrolló dentro de un clima cordial y de celebración debido al inminente Congreso Latinoamericano de Cultura Viva que tendrá lugar en La Paz y que contará con la presencia del Presidente de Bolivia, Evo Morales.

Se habló de las problemáticas que afectan y amenazan a nivel latinoamericano a las culturas comunitarias y la relevancia que éstas adquieren en las sociedades y los gobiernos actuales, dominados por lógicas capitalistas e individuales. En este sentido, el diputado Claudio Lozano afirmó que "mientras el mercado produce mercancías, el pueblo hace cultura".  Siguiendo esta linea de pensamiento, el psicoanalista Alfredo Moffatt, de larga trayectoria solidaria, barrial y comunitaria,vaticinó que "lo comunitario es la posibilidad de salvarnos".

Luego de excelentes disertaciones, seguidas atentamente por el público presente (medios de comunicación e integrantes de distintas agrupaciones, como ser la Unión de Músicos Independientes), Adolfo Pérez Esquivel tomó la palabra. El Premio Nobel de la Paz desplegó sobre la sala toda su sabiduría y experiencia y dejó frases con su inconfundible sello: "los pueblos sobreviven a través de la resistencia cultural"; "la riqueza de los pueblos pasa por la diversidad"; "necesitamos de la rebeldía, tenemos que ser rebeldes"; "si no sabes a dónde vas, regresa para saber de dónde vienes". 

Foto: Iván Salomonoff - ÁNIMA | Prensa

Finalizando la jornada, y en un clima de reflexión y emoción profundas, una mujer oriunda de bolivia que reside hace años en la Argentina tomó la palabra y agradeció por esta lucha, por esta iniciativa que le permite reconocerse no como boliviana o argentina, como lo indica su documento, sino como una ciudadana latinoamericana, una hermana de todos, feliz de sentirse respetada y reconocida por primera vez en su vida. 

Los aplausos y la emoción general fueron el cierre perfecto de una gran jornada que promete ser la antesala de otro derecho conquistado, en este caso para los hermanos latinoamericanos que día a día construyen la historia desde la cultura popular, barrial y comunitaria. 

Iván Salomonoff